
La revolución industrial no lo vio venir y las consecuencias solo fueron evidentes cuando hicieron grandes estragos en nuestra sociedad. La contaminación del medio ambiente es producto de una gestión ineficiente en la producción y consumo de plásticos a lo largo de los años.
España es el primer país productor de plásticos de la Unión Europea y para colmo uno con la gestión más ineficiente de este material. En sí la problemática nace del consumo insostenible de recursos (del 100% del plástico producido, el 40% es de un solo uso), pero para agravar más la situación el reciclaje de materiales deja mucho que desear. El reciclaje de desechos apenas alcanza un 30% del total de residuos, el resto va a vertederos para ser incinerados, lo que es una terrible solución. Termina siendo peor la cura que la enfermedad.
En Europa el ranking de comunidades sostenibles está encabezado por Alemania, Eslovenia y Austria siendo España uno de los peores posicionados en la gestión del reciclaje con el número 18.
Los diferentes tipos de envases
Aparte de las prácticas de producción y el uso de materiales insostenibles, un factor que influye de gran manera en el índice de reciclaje es el conocimiento de la población sobre los distintos tipos de envases, su material y su correcta clasificación.
Es frecuente encontrar en el contenedor de envases artículos que no se podrían definir como tal; la ley de envases y residuos en el artículo 2 define los envases como aquel producto fabricado para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías, tales como: las bolsas de plástico, botellas de vidrio de inyectables, vasos y platos desechables, fundas de plástico, grapas entre otros.
Ahora bien, no todos los envases pueden ser reciclados:
- No se reciclan los envases pequeños como los de yogur o las pajitas.
- No se reciclan envases compuestos con PVC u otros polímeros complejos.
- No se reciclan envases con pegatinas adheridas.
Impulsar el índice de reciclaje de envases también depende mucho de cómo lo clasificamos, de esta manera podemos optimizar el proceso.
Las botellas de plástico como enemigo número uno
El plástico no es solamente un material altamente contaminante para el medio ambiente, sino que el proceso de desintegración del mismo es perjudicial para el ser humano.
El 70% del plástico va a vertederos donde son tratados con un grupo de ácidos que expiden sustancias tóxicas o son incinerados causando un doble efecto negativo: en la salud y a la capa de ozono.
El consumo de botellas de plástico en casa ha crecido en los últimos años siendo una de las principales causas de contaminación por envases en todo el mundo. Erradicar este mal hábito de consumo está en las manos de cada uno pero hay alternativas más sostenibles al consumo de estos envases de plástico.
Los descalcificadores ecológicos pueden ser la alternativa dado que mejoran la calidad y el sabor del agua de tu casa, filtran microplásticos y otras sustancias nocivas para nuestro organismo y además genera un gran ahorro en consumo energético. Sin duda, la mejor opción para sustituir botellas de plástico en casa.
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