
Los problemas de higiene y limpieza en un hogar con agua dura no se perciben hasta que no tenemos las consecuencias encima. La alta concentración de minerales de calcio y magnesio producen cal, y es uno de los grandes enemigos de nuestras superficies, pero también de nuestra piel. El agua dura o calcárea se define porque contiene en gran cantidad de minerales como sales de magnesio y calcio. Se determina una agua demasiado dura cuando su dureza es superior a los 120mg / lt de Carbonato de Calcio (CaCO3).
Por eso hay que tener en cuenta que siempre que corra el agua, se van depositando paulatinamente restos de calcio y magnesio, que cuando cristalizan, se va formando una capa blanca a la que denominamos cal. Al principio será una película muy delgada y, lentamente se irá depositando en capas llegando a formar granulación de piedra dura, las cuales serán muy difíciles de eliminar con el tiempo.
Un indicador que podemos observar es que los grifos de la cocina, del baño y la ducha van perdiendo brillo. Además las pantallas de cristal pierden transparencia y los azulejos se cubren de una capa blancuzca. Con el tiempo el agua ya no fluye igual en los grifos y se van atascando lentamente. El problema se agrava en nuestra piel cuando mantenemos un contacto prolongado y constante al agua dura.
La cal puede llegar a causar algunos malestares en nuestra piel, con frecuencia en pieles sensibles con dermatitis o eczemas. Así como en niños recién nacidos. El contacto habitual y continuo de agua dura podría dañar la epidermis, y cuando esta se daña, se inflama y no se auto protege, por lo que necesitará un cuidado adicional para prevenir este tipo de problemas.
Problemas derivados de usar agua dura
Una sobreexposición al agua dura puede llegar a provocar dermatitis atópica o eczema, se trata de una enfermedad cutánea, la cual podría agravarse usando agua con cal o dura para asearnos. Cuando nuestra piel está seca los brotes son más comunes. Por lo tanto el agua dura en sí misma no la causa, pero podría causar daños en la piel o iniciar nuevos brotes.
Uno de los problemas más frecuentes que podría causar el agua con cal o el agua dura sería la sequedad de la epidermis llegando a provocar la inhabilidad de absorber la humedad. Hay que tener en cuenta que un eczema usando simultáneamente agua dura puede causar problemas crónicos más graves, como psoriasis.
El eczema afecta a un bajo porcentaje de la población, aproximadamente del 4 % al 6 %, pero en los niños que tienen pieles sensibles puede aumentar hasta el 15 %. Y en el caso de los bebés recién nacidos, la alta concentración de minerales en el agua podría potenciarse hasta el 87 % el riesgo de este padecimiento.
Si quieres saber qué tipo de agua tienes en casa solicita un análisis gratuito del agua y un experto del Instituto de Consumo Energético se pondrá en contacto contigo.